Altísimo, poderoso y excelentísimo San Marcos solicito tu poder y clamo tu fuerza para que en esta hora y en este día sean dominados mis enemigos que desean mi mal.
Que así como amansaste y lograste dar de beber al dragón como una dócil y humilde oveja a si vengan a mi mis enemigos, aquellos que a mis espaldas conciben en sus pensamientos, palabras y obras de mal para mi persona.
Así mismo tu luz transforme esos pensamientos y vengan a mí en forma de bendiciones.
Oh poderoso San Marcos de León transforma con tu protección divina la maldad a mi alrededor y conviértela en bondad, así también transforma a mis enemigos en humildes corderos, entrega a ellos tu luz divina y hazlos ver el camino correcto a la dicha.
No permitas que ninguna persona venga a mí con mala intención ni malicia, y has de mis enemigos personas, justas correctas humildes, sumisos, dóciles y tranquilos y que en tu nombre se haga la voluntad de dios nuestro señor en los cielos. Amen