Amado y divino oh dulce y tierno Jesús, que cada día de la semana que he de despertar tu nombre sea la premisa con la que me he de levantar, que cada día, tu gloria reine en mi corazón.
Y que cuando mi vista se nuble por la amargura y el rencor, tu dulce sonrisa, y tus abrazo cálido me llenen de gloria y perdón.
Ayúdame a transitar cada día por la senda florida de tu gloria, llena con tu dulce y tierna sonrisa cada rincón de mi vida, y dame tu perdón y tu bendición, hazme salvo del fuego del infierno y de la agonía de ser un pecador cada día.
Protégeme de los obstáculos que pueda conseguirme cada día y que en el nombre de tu padre mi vida se llene de satisfacción, abundancia y prosperidad para las labores y tareas que en este día me propongo a realizar.
Que en este día hermoso cada paso que dé sea a tu nombre y que mis pensamientos honren tu nombre y el de tu padre y sea merecedor de sus glorias y su perdón cada día, líbrame de la omisión y entrégame en este día tu perdón amen